08 julio 2007

Nombres: Geschenckt, No thanks!, No merci
Autor: Thorsten Gimmler
Editorial: Amigo Spiele
Año: 2004
Jugadores: 3-5 (recomendados: 4-5)
Duración: 20 minutos
Enlaces: BoardGameGeek

Si en algo coincido con mi suegra es en nuestra aficción a jugar. Mientras que yo soy aficionado a juegos de dificultad media (Elasund), ella es más de juegos realmente sencillos (Exploradores). En los últimos pedidos he tratado de incluir juegos sencillos para poder jugar cada vez que voy a verla, pues las tardes son mucho más entretenidas si se juega a algo. El gran Dalmuti, al que pudimos jugar hace algunas semanas, nos gustó a todos, pero en esta ocasión éramos solamente 4 y había que probar algo nuevo.


Geschenkt es uno de esos juegos que se aprende a jugar en aproximadamente un minuto, pues no tiene nada, pero nada de nada. Hay 33 cartas numeradas del 3 al 35, de las cuales para cada partida sólo se cogen 24 al azar, descartando las otras 9 sin enseñárselas a nadie. Las 24 cartas se colocan en mitad de la mesa boca abajo. Por otro lado cada jugador recibe 11 fichas de color rojo, que ya veremos para que sirven. El jugador inicial levanta la primera carta del mazo. Si quiere esa carta, la coge y la coloca boca arriba enfrente suyo. Si no la quiere, coloca una ficha roja sobre la carta. Si no tuviera fichas rojas tendría que coger la carta obligatoriamente. Es el turno del jugador de su izquierda. Si no hay ninguna carta levantada (porque el jugador anterior se ha quedado con la carta), levanta una. Si quiere la carta levantada (y todas las fichas rojas que tenga encima), la coge y la coloca boca arriba enfrente suyo. Si no la quiere, coloca una ficha roja sobre la carta. Si no tuviera fichas rojas tendría que coger la carta obligatoriamente (con las fichas rojas incluidas). Es el turno del jugador de su izquierda. Y así hasta que se terminen las 24 cartas del mazo.

¿Quien gana? Pues cada jugador suma el valor de sus cartas y al resultado le resta el número de fichas rojas que tenga. Gana el jugador que tenga menos puntos. Cuando un jugador tiene una o más cartas consecutivas, sólo cuenta el valor de la más baja. Es decir, que si un jugador tiene el 9, 11, 12, 23, 24 y 25 y 13 fichas rojas, obtiene 30 puntos (9 + 11 + 23 - 13).

Parece una tontería, pero si no te cuidas de tener siempre fichas rojas tendrás que quedarte con lo peor. Y la gente suele aprovecharse de aquellos que tienen pocas fichas rojas. En definitiva, se trata de un juego sencillo para pasar un buen rato.

Me ha gustado que se puede explicar en un instante y que en ese instante a nadie le de tiempo de decir Ufff, que complicado. No me ha gustado que parezca un juego demasiado tonto durante la primera partida, porque es un juego con mucha más miga. Me ha gustado que sea un juego de esos que permite comentar la jugada Pues yo me habría quedado el 29, tiene muchas fichas y teniendo el 27..., lo que por una parte hace más dinámico el juego y por otra ayuda a los que se les dan peor los juegos a pillarle el truco. Me ha gustado que permita un poco de faroleo, pues a mi me encanta lo de poder decir aquello de Si no la coges tú la cojo yo, ya te advierto, aunque sea mentira, pero así obligas a coger a otros lo que tu no quieres. Me ha gustado que sea un juego tan pequeño. Me ha gustado que las partidas sean tan cortas.

Dificultad: 1/10 (el juego más sencillo al que he jugado)
Componentes: 7/10 (cumplen de sobra)
Valoración: 7/10 (sencillo y entretenido)

4 comentarios:

Bascu dijo...

Me ha gustado y desde siempre lo que llamo: pagar la carta. Es decir, hacer que los demás se vean obligados a poner fichas de su mano, porque eres el único la que le va bien "esa" carta.

Victor Melo dijo...

¿Y cuando alguien te quita esa carta cuando está bien cargada porque te has pasado de avaricioso...? Que buenos momentos. Que placer ser el que lo hace.

Anónimo dijo...

Me parece uno de los mejores juegos de mi colección. Lo saco casi siempre que puedo y siempre que ha de jugar con gente no acostumbrada. Me encantan los juegos con componente psicológico en los que puedes susurrar esos pensamientos contradictorios que le pasan al rival por la cabeza 'deja que engoorde' 'no seas avariciooooso' 'de allí no paaasa' 'alguien no tiene monediitas' (lo de las monedas lo digo porque juego con céntimos de euro y la baraja del Toma 6, un pequeño gran apaño).

titopai dijo...

Este juego es genial, es el mejor filler que tengo con diferencia... consigues que a las 2 de la mañana gente que tiene que trabajar al día siguiente se quede y haga dos partidas más.

Deja muy buen recuerdo de la jornada y la gente se va a dormir con una sonrisa.

Saludos,
Emilio

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